The Elder Scrolls IV: Olime City
The Elder Scrolls IV: Oblivion, la continuación de The Elder Scrolls: The Burning Crusade, es la continuación de uno de los juegos de rol más exitosos de todos los tiempos. En The Elder Scrolls IV: Oblivion, los jugadores se encuentran de nuevo en el oscuro mundo de Tamriel, donde la guerra civil nunca ha terminado y la amenaza de la oscuridad vuelve a acechar. Si buscas un juego de RPG con un gran número de opciones diferentes para tomar, entonces The Elder Scrolls IV: Oblivion es el juego para ti.
The Elder Scrolls IV: Oblivion no reinventa la rueda como lo hicieron los anteriores juegos de la serie, pero también introduce mejoras significativas respecto a los anteriores. Por ejemplo, el sistema de combate es mucho más realista y fácil de manejar, además de ofrecer una historia más interesante que los juegos anteriores no lograron alcanzar. Los gráficos también son muy agradables y realmente dan vida al juego, aunque muchos de los escenarios y entornos no fueron mejorados cuando The Elder Scrolls IV: Oblivion fue lanzado.
Sin embargo, una cosa que no me ha gustado de este juego es que todo está en modo de un solo jugador. Claro, tienes tu avatar, pero no parece que tengas a ninguno de tus amigos o familiares en la acción como lo harían en un RPG como Baldur's Gate o Neverwinter. Este es uno de los mayores inconvenientes del juego, pero es algo que puedo pasar por alto porque el juego en sí es muy agradable. El combate es como una mezcla del antiguo sistema de batalla basado en cuadrículas, así como de las modernas batallas por turnos. El juego tampoco tiene muchos personajes interesantes que conocer, pero sigue siendo uno de los mejores juegos de la serie.