Wall-E (Crítica de la película)
En su épica tercera entrega de la serie Marte, el director Michael Bay vuelve a los temas que han definido las películas de Cars hasta el momento. Con una trama que gira en torno a la resbaladiza pendiente de la avaricia y el interés propio causados por los ordenadores de inteligencia artificial, Wall-E nos ofrece la tormenta perfecta de emociones que hemos llegado a esperar de las películas de Cars. Sin embargo, en lugar de la habitual fórmula de acción, efectos especiales y persecuciones de coches que conocemos y amamos de las anteriores películas de Bay, la película se centra más en los fundamentos filosóficos del hombre y su relación con la tecnología.
En esta película, Michael Bay nos ofrece otra mirada a la vida de un típico hombre de familia y su esposa. A pesar de su constante presencia de acontecimientos y diálogos divertidos, el verdadero tema de Wall-E transmite un tono mucho más oscuro. A medida que se desarrolla la historia, vemos que el marido empieza a distanciarse de su mujer e incluso se plantea abandonar el planeta en el que vive para poder pasar más tiempo con su "hijo", el robot androide Wall-elf. El argumento sucede en un futuro cercano, en un futuro cercano en el que los humanos se han apoderado completamente del consumismo y la tecnología, quitando por completo el libre albedrío y la democracia. Cuando un personaje llamado Carl Weathers (LOIS LANZ), que es una persona corriente que se gana la vida vendiendo productos reciclados, comienza a construir un enorme complejo amurallado con el fin de investigar materiales antienvejecimiento, se produce un tiroteo entre la raza humana y los engendros infernales androides que lleva a la destrucción del complejo y a la muerte de Wall Elf.
Aunque la muerte de Wall-E fue una de las escenas más comentadas en los trailers, una de las cosas más interesantes que me llevé de esta película fue lo poco que sabíamos sobre la trama y la filosofía que hay detrás de la inteligencia artificial que construye la raza de robots. Dicho esto, el tema no profundiza lo suficiente como para proporcionar mucha información, aparte de la premisa que la película utiliza como base para los robots. No se puede subestimar la importancia de la existencia de Wall-E en ese momento, ya que actúa como puerta de entrada al futuro de la humanidad. Con la ayuda del robot androide, los humanos son capaces de colonizar la luna y hacerse con la tierra. En general, Wall-E es una película bastante entretenida que invita a la reflexión y que pone de manifiesto el increíble potencial que todos tenemos con nuestra tecnología.